Introducción
A través del juego (con juguete y sin él) y de forma desenfadada, el niño evita los rasgos de presión que llegan a frustrar, en ocasiones, las expectativas de éxito en el adulto. Sabiendo que el juego fomenta la autosuperación a través del éxito bien entendido, se puede considerar que es una buena base de enfrentamiento positivo frente a las dificultades de la vida. Y, por tanto, este juego debe ser estimulado tanto en las escuelas como en las propias familias y, por supuesto, en las ludotecas, centro de ocio por antonomasia en el que el niño puede desarrollar su actividad motriz a la vez que interactúa con otros de forma divertida. Para ello se cuenta -entre otros muchos medios- con el juguete, que de ser bien elegido puede estimular las posibilidades creativas y psicomotrices del niño, su inteligencia y su sociabilidad.
Los distintos juguetes que forman parte de una ludoteca pueden ser objeto de múltiples clasificaciones, y la programación de los juegos que en ella se desarrollan tiene un papel fundamental en el correcto desarrollo de las actividades y del propio niño. Por ello, en el siguiente artículo se establecerá una clasificación tanto de los juguetes como de los juegos presentes en una ludoteca, y se abordará el diseño correcto de una sesión tipo de las que en ella se suelen desarrollar.
Tipos de juguetes de una ludoteca y su clasificación
Se pueden encontrar los siguientes tipos de juguetes para cada rango de edad:
Algunas ludotecas ofrecen una selección de juguetes especialmente dirigidos a niños con discapacidades, la cual se refleja en este trabajo por considerarla de especial interés. En este caso, también se pueden clasificar estos juguetes atendiendo a la discapacidad a la que estén dirigidos:
Tipos de juegos y dinámicas de una ludoteca
La programación tiene un papel fundamental es el diseño de una ludoteca. El reparto del espacio y de los recursos lúdicos se convierte en vital si se quiere tener éxito y que los niños disfruten y aprovechen al máximo su estancia en ella. Por eso se deben tener muy en cuenta una serie de premisas básicas que son las que se exponen a continuación.
Juegos según la evolución del grupo
No todos los juegos son igualmente idóneos para jugar en un determinado grupo. Hay que contar con sus rasgos (grado de confianza, experiencia anterior, intereses y edades de sus miembros, etc.) para elegir y preparar adecuadamente el juego. Resulta de especial utilidad para conseguirlo el tener en cuenta la fase de desarrollo grupal de los distintos participantes. Para ello, se pueden seguir las siguientes etapas:
1. Orientación: en ella, los miembros del grupo se conocen y buscan despejar las dudas y ansiedades propias del primer momento. Para ello se introducen juegos de presentación.
2. Establecimiento: el grupo va aprendiendo poco a poco a dialogar y a cooperar. Los juegos utilizados son los que desarrollen la capacidad de escucha y atención a los demás, la cooperación, la responsabilidad y la participación.
3. Solución de conflictos: en el momento en que se comparte la actividad de una forma más profunda, surgen los conflictos más fácilmente. Para mejorar esta situación, se utilizan juegos para analizar situaciones, afrontar los problemas, de toma de decisiones, etc.
4. Final: las fases anteriores pueden repetirse de varias formas o bien el grupo puede disolverse.
Estructura de una sesión
1. Juegos de introducción: se utilizan para ayudar a conocerse a los miembros del grupo, presentándoles, mezclándoles, etc.
2. Juegos de calentamiento: sirven para preparar el organismo para la actividad. Deben ser juegos de movilidad y distensión, en los que se ha de crear movimientos, esparcimientos, explosiones de júbilo, etc.
3. Parte principal: es en ésta en la que se desarrollan los objetivos específicos de la sesión, sacando conclusiones y evaluando al final de la misma.
4. Vuelta a la calma: los objetivos de esta fase son la recuperación y vuelta a la normalidad, la relajación tanto mental como física y el descenso controlado de la actividad del organismo.