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Estudios Sociales

12.11.2016
Argentina
ESP |

La influencia de las ilustraciones de cuentos infantiles en la construcción social del cuerpo

La exposición de los niños a las ilustraciones de cuentos clásicos puede ser una causa de los problemas relacionados con insatisfacción corporal
Figura 1. La Cenicienta
Figura 2. Alicia en el País de las Maravillas
Figura 3. La Bella Durmiente

Introducción

No obstante hoy en día los niños prefieren dedicar su tiempo ante las pantallas tecnológicas (televisión, videojuegos, computadoras, celulares, etc.) en vez de en la lectura de libros impresos, las salas de Nivel Inicial siguen fomentando esta última práctica. Entre los libros escogidos por los docentes de este nivel educativo, se encuentran aquellos considerados “clásicos”, como lo son La CenicientaAlicia en el País de las MaravillasBlanca Nieves y los Siete EnanitosLa Bella y La BestiaLa Bella Durmiente, entre otros. Dichos cuentos han perdurado en el tiempo y son narrados hasta el día de hoy a las generaciones más jóvenes.

Los cuentos leídos en los jardines de infantes se caracterizan por tener grandes y coloridas ilustraciones que los niños pueden ver mientras la historia está siendo relatada, dado que todavía no poseen la capacidad de lectura. Es aquí donde cabe preguntar si dichas imágenes tienen el potencial de influenciar el pensamiento de un niño que se encuentra en pleno período de desarrollo.

 

Lo que la literatura “adulta” cuenta…

Según Girón, “una imagen enseña más que cien discursos [y] la mayoría de los conocimientos le son dados al niño mediante imágenes”. Siguiendo a esta misma autora, los infantes son iniciados a la lectura en un principio, a través de libros de estampas carentes de texto para ambientarlos. Paulatinamente, con el proceso de aprendizaje de la lectura, el texto irá haciendo su aparición de manera conjunta con la imagen, hasta que finalmente, este excluya a la ilustración convirtiéndola en innecesaria.

Birbeck y Drummond afirman que en los últimos años se ha reconocido que la noción de imagen corporal, prototipos corporales ideales e insatisfacción corporal, se desarrollan más temprano de lo que se creía. Varios estudios muestran cuestiones relacionadas con la insatisfacción corporal en edades tempranas.

En el mismo artículo, Birbeck y Drummond proponen una hipótesis alternativa para explicar insatisfacciones corporales en edades tempranas. En los primeros años de escolarización, los niños son expuestos a libros para aprender a leer y a escribir, la mayoría de estos textos poseen figuras referentes al contenido. Es posible discutir que este tipo de literatura puede reflejar el ideal occidental actual de un cuerpo delgado y esbelto a través de sus imágenes, puesto que dichos libros son creados por adultos que, inconscientemente o no, trabajan con sus propios valores ideológicos. En consecuencia, tienen el potencial de influenciar la construcción de ideales de imagen corporal en niños pequeños.

 

Algunas consideraciones metodológicas

Las metodologías visuales están ganando terreno en los últimos años como medios para estudiar la construcción social del cuerpo, especialmente en el campo de la Educación Física y de la Kinesiología. Aunque la mayoría de estas metodologías recientes pongan énfasis en los medios masivos de comunicación y en la nuevas tecnologías, en este artículo se invita a “volver en el tiempo” para analizar ilustraciones impresas en libros de cuentos infantiles.

Docentes de Nivel Inicial de la localidad de Río Cuarto, Argentina, afirmaron haber leído en alguna oportunidad, uno o más de los cuentos clásicos anteriormente mencionados a sus alumnos. No obstante haya diferencias entre las imágenes de un mismo cuento según las editoriales, año de publicación y versiones, existen similitudes entre las que hacen referencia a un mismo cuento.

 

Aspectos “que cuentan”…

En la literatura clásica infantil, como en los cuentos ya mencionados, el personaje principal generalmente es una niña delgada y de actitud dócil. Esta aparece frecuentemente ilustrada usando elegantes vestidos y es caracterizada como una dama encantadora de buenos modales.

En el caso de la Figura 1, Cenicienta aparece bailando con su “príncipe azul”. Se puede identificar su cintura de pequeña circunferencia, labios delgados y nariz respingada. Con un gesto de total docilidad y femineidad, toma su vestido teniendo su dedo meñique separado del resto.

En la figura número dos, Alicia es ilustrada con su cabeza sostenida entre sus manos y ladeada hacia un costado, con la mirada “perdida en el mas allá”. Este es un gesto que puede ser interpretado como de docilidad y delicadeza. El moño azul que posee en su cabello, actúa como una cuota agregada de femineidad.

En la Figura 3, la Bella Durmiente aparece claramente maquillada: sombra en sus párpados y rubor en sus mejillas, esperando el beso de su amado. Las niñas son introducidas así desde tempranas edades al uso de maquillaje. En una situación de juego, por ejemplo, es común ver a niñas jugando a maquillarse con sus amigas.

 

Y colorín-colorado, este cuento (provisoriamente) ha terminado…

En estas pocas ilustraciones mostradas, coincidentemente se puede observar que en todas ellas el personaje principal es una niña de tez blanca, rubia, de ojos claros, nariz respingada y labios delgados. Cabe preguntar ahora si esos son los caracteres faciales más comunes en nuestra sociedad. ¿Serán estos ideales de belleza corporal? ¿Cómo puede repercutir esto en un niño que no posee estos caracteres, o que proviene de otra etnia? Parece que estas historias clásicas infantiles fueron creadas, y luego reproducidas, bajo los lentes supremos de la etnia blanca anglosajona.

Resulta interesante detenerse a pensar por qué en otras historias siempre los “personajes malvados” aparecen ilustrados de manera no coincidente con estos parámetros idealizados de belleza, como “feos” para el gusto común de la gente, como lo es, por ejemplo, las brujas malas con verrugas, algunos otros con sobrepeso y con un prototipo corporal no esbelto. Esto podría inclusive arribar a una posición ética: dar por sentado que los buenos son siempre lindos y los malos, feos.

Así, problemas relacionados con insatisfacción respecto de la propia imagen corporal pueden ser construidos e internalizados desde más temprana edad de lo que comúnmente se cree. Significados sobre ideales de forma y tamaño corporales, como así también de modales y comportamientos adecuados según el género, tienen el potencial de ser inscriptos en el cuerpo de los pequeños infantes a través de la exposición a estas ilustraciones literarias y parece haber una carencia de investigación respecto a ello.

Valeria Varea
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