La designación de Maradona como director técnico de Gimnasia fue acompañada, y por demás exacerbada, por los grandes medios de comunicación
Para levantar la alicaída moral de los hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata (Argentina), los dirigentes y sus incondicionales adláteres recurrieron a una figura supuestamente redentora.
Ya Newell's Old Boys había contratado a Maradona, hace algunos años, en la etapa de jugador que exponía sus últimos destellos de creatividad, para utilizarlo, sin cortapisas, como una tabla de salvación. La pobre y breve performance de Maradona llevaría a que los simpatizantes de su clásico rival, Rosario Central, lo ridiculizaron inscribiendo una leyenda burlona en una bandera.
Actualmente, en la situación angustiosa que atraviesan los hinchas de Gimnasia, muchos decidieron romper sus flacas alcancías y se asociaron por primera vez al club de sus amores o se reengancharon masivamente con dicha institución confiando en las condiciones míticas de tal personaje que, de alguna u otra manera, se encuentran relacionadas con los delirios de grandeza de los argentinos.
Vale destacar que la designación de Maradona como director técnico de Gimnasia fue acompañada, y por demás exacerbada, por la idealización que fabrican los grandes medios de comunicación.
Para levantar la alicaída moral de los hinchas de
Gimnasia y Esgrima La Plata (Argentina), los dirigentes y sus incondicionales adláteres recurrieron a una figura supuestamente redentora.
Ya Newell's Old Boys había contratado a Maradona, hace algunos años, en la etapa de jugador que exponía sus últimos destellos de creatividad, para utilizarlo, sin cortapisas, como una tabla de salvación. La pobre y breve performance de Maradona llevaría a que los simpatizantes de su clásico rival, Rosario Central, lo ridiculizaron inscribiendo una leyenda burlona en una bandera.
Actualmente, en la situación angustiosa que atraviesan los hinchas de Gimnasia, muchos decidieron romper sus flacas alcancías y se asociaron por primera vez al club de sus amores o se reengancharon masivamente con dicha institución confiando en las condiciones míticas de tal personaje que, de alguna u otra manera, se encuentran relacionadas con los delirios de grandeza de los argentinos.
Vale destacar que la designación de Maradona como director técnico de Gimnasia fue acompañada, y por demás exacerbada, por la idealización que fabrican los grandes medios de comunicación.
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Roberto Di Giano es Sociólogo, UBA