Chile es un país sudamericano situado entre las naciones a las que se les atribuyen los indicadores económicos más elevados del continente. Sin embargo, en circunstancias que las autoridades habían otorgado un considerable aumento en las subvenciones a su Comité Olímpico, los representantes del deporte chileno han sufrido una enorme derrota general en los resultados obtenidos en las Olimpiadas de Río de Janeiro.
En este caso, aunque en forma hipócrita es posible emplear la divisa del creador de los Juegos Olímpicos, el Barón Pierre de Coubertin, quien declaró “Lo importante no es ganar, sino participar”, los responsables chilenos no logran cubrir su enorme fracaso. En efecto, al momento de efectuar la selección, 42 deportistas chilenos habían logrado obtener las marcas mínimas para participar y sus declaraciones fueron de un optimismo triunfante. Sin embargo, al medirse con los otros países sus resultados estuvieron entre los peores de la historia del deporte nacional.
Por su parte, el Presidente del COCH, Never Ilic, declaró que se debía seguir el ejemplo de Colombia, país que, a partir de sus Juegos Nacionales Deportivos, ha podido progresar y encontrarse, gracias a sus resultados, entre las naciones avanzadas en el deporte.
Desgraciadamente, el Presidente del Comité Olimpico Chileno olvida o desea olvidar que en 1972 el Gobierno de Salvador Allende lanzó las Olimpiadas Nacionales del Deporte, cuya inauguración se efectuó en la ciudad de Iquique. Esta iniciativa consideraba la participación desde las bases en todos los deportes olímpicos de los habitantes de cada Comuna del país. Ella fue lanzada en conjunto con los Consejos Locales de Deporte y ligada a las Olimpiadas Escolares del Ministerio de Educación.
El personal técnico necesario se reclutó contando con la participación de todas las Escuelas de Educación Física del país, la colaboración de las Universidades, de ciertas Federaciones, de un equipo de trabajo cubano a cargo del Director del INDER y también de intervenciones de la DIGEDER.
La ausencia de una Ley del Deporte a causa de la obtusa oposición del Parlamento, fue obviada por Allende creando la Comisión Nacional de Deportes y Recreación de Gobierno. El financiamiento de sus Programas fue obtenido a través de diferentes Ministerios, tales que Desarrollo Social, Vivienda, Educación, Transportes, Obras Públicas y de Direcciones Nacionales como Turismo y DIGEDER.
Los Programas Nacionales organizados por la Comisión no remunerada presidida por Allende en persona, compuesta de representantes de los profesores y de los estudiantes de Educación Física, de la Federación Nacional de Consejos Locales de Deporte, del COCH, de la DIGEDER, del Ministerio de Educación y de la CUT, puso en marcha actividades tales como el Plan Piscinas, en colaboración con la Federación de Natación, el Plan Cross Country, en relación con la Federación de Atletismo, el Plan de la calle, con la Digeder, el CINDER, apoyado por la Federación de Fútbol y en especial, el Programa Nacional de Balnearios Populares, sostenido por diversos Ministerios, Direcciones y la Central Unica de trabajadores, CUT. Todos ellos se desarrollaron desde Enero 1971, con gran aceptación popular y un progresivo aumento de participantes.
En los Balnearios Populares, los que llegaron a ser dieciocho en 1973, con capacidad cada uno de quinientas personas que se alternaban cada diez días, diversas comisiones a cargo de estudiantes universitarios en práctica se constituían: Deportes-Actividades Recreativas-Salud-Informaciones-Seguridad. En las prácticas físicas, ellas promovían, entre otras, acciones de enseñanza adaptada del Volibol, del Baloncesto, del Fútbol reducido, de Gimnasia de la Forma y organizaban mini torneos, todas actividades que enseguida podían ser transferidas a sus lugares de habitación. Así, más de trescientas treinta mil personas disfrutaron de esos Balnearios, la inmensa mayoría enviados por la CUT a un costo limitado al pago del transporte.
El once de Septiembre de 1973, el feroz Golpe de Estado de los militares destruyó todas las iniciativas en marcha y utilizó el Estadio Nacional y los locales de los Balnearios Populares como centros de retención, tortura y ejecución de personas. El progreso logrado en esos cortos años de aplicación de las bases de las Olimpiadas Deportivas Nacionales fue cortado de raíz. Enseguida, las políticas de explotación del pueblo y de rápido enriquecimiento de los privilegiados, impidieron constantemente que las actividades deportivas y recreativas pudieran manifestarse.
En realidad, la única práctica deportiva, cuyas raíces ancestrales se encuentran en el pueblo, el que permitió con su esfuerzo continuar manteniéndola y progresar, ha sido el Fútbol, con sus miles y miles de escuelas repartidas por todas partes, herencia de los CINDER, aunque después del 73 fueron los propios padres y no el Gobierno los que tuvieron que financiarlas. Esas bases multitudinarias han seguido forjando jugadores para los clubes de elite, los que siendo Campeones de América en 2015 y en 2016, son verdaderos representantes del deporte chileno.