Introducción
El uso de múltiples recursos puede ayudar a impulsar el aprendizaje de los deportistas en la práctica de actividad física y, en la actualidad, se ha convertido en un hábito cada vez más frecuente en cualquier disciplina debido al aumento del abanico de opciones. Los entrenadores se apoyan en estas herramientas a la hora de desarrollar sus sesiones ya que suponen un estímulo en la realización de las distintas tareas; además, funcionan como medio para que los jugadores alcancen sus objetivos y sirven como refuerzo para agilizar su progreso como deportistas.
A través de este documento pretendemos profundizar en algunos de los diversos materiales complementarios que existen para la mejora técnica en el voleibol, así como algunas de las ventajas y desventajas del uso de los mismos a la hora de dinamizar la enseñanza y sus propiedades como recursos didácticos de apoyo en la labor como docentes y entrenadores.
Materiales para la mejora de la técnica de antebrazos
Goma elástica de una muñeca a otra: Se trata de una goma que se agarra de una muñeca a la otra, pasando por detrás de la espalda y que dificultan que el jugador mantenga las manos unidas mientras se desplaza, además de centrar la atención del jugador en la extensión completa del codo previamente al toque.
Tubo para mantener los brazos alejados del cuerpo: Se trata de un tubo que se coloca por debajo de los brazos y que impide que el jugador realice un movimiento excesivo de los mismos durante el golpeo.
Manopla para la mejora del agarre de las manos: Este material proporciona una adecuada posición de las manos y los brazos para un golpeo de antebrazos correcto.
Material para bloquear la flexión de codos: Se trata de un aparato metálico que evita la flexión de los codos al mismo tiempo que mantiene las manos juntas durante el golpeo en posición correcta.
Conclusiones
Los aspectos positivos derivados del uso de estos materiales se basan en su utilidad a la hora de centrar la atención del deportista en un detalle concreto de la técnica, lo que permite una mayor comprensión de la ejecución que, en muchos casos, es una carencia de los jugadores. El trabajo con los diversos materiales puede provocar un aprendizaje que será transferible a la situación real de juego gracias a la interiorización y asimilación del gesto deportivo.
Además, estos instrumentos funcionan en la mayoría de los casos como factor que incrementa la motivación de los jugadores a la hora de practicar cualquier ejercicio. Al utilizar un material distinto al habitual estamos introduciendo un elemento atractivo y novedoso que reforzará el trabajo técnico de las sesiones.
Por lo tanto, podemos concluir que estos materiales nos ofrecen dos tipos de beneficios en el entrenamiento: por una parte, favorecen la focalización de la atención del jugador en determinados aspectos del gesto técnico y a la corrección de algunos de los errores más comunes y, por otra, incorporan un factor motivante en el entrenamiento, al incluir una mayor variación en el mismo.