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Psicología del Deporte

10.12.2014
España
ESP |

Motivación, deporte y rendimiento

Continuamente se intentan desarrollar estrategias motivacionales que mejoren el rendimiento del deportista, algunas con dudosa eficacia.
Aumentar al máximo los niveles de activación en los deportistas puede no tener una repercusión positiva

Concepto de motivación

La motivación es, en síntesis, lo que hace que un individuo actúe y se comporte de una determinada manera. Es una “combinación de procesos intelectuales, fisiológicos y psicológicos que decide, en una situación dada, con qué vigor se actúa y en qué dirección se encauza la energía".

También puede ser definida como “Los factores que ocasionan, canalizan y sustentan la conducta humana en un sentido particular y comprometido", o como un “término genérico que se aplica a un amplia serie de impulsos, deseos, necesidades, anhelos, y fuerzas similares”.

Todas estas definiciones, en general, se centran en la cantidad de energía y la dirección del comportamiento humano. Quizá la más completa es la que ya en 1958 formuló Littman, quien señaló que “La motivación se refiere al proceso o condición que puede ser fisiológico o psicológico, innato o adquirido, interno o externo al organismo el cual determina o describe por qué, o respecto a qué, se inicia la conducta, se mantiene, se guía, se selecciona o finaliza; este fenómeno también se refiere al estado por el cual determinada conducta frecuentemente se logra o se desea; también se refiere al hecho de que un individuo aprenderá, recordará u olvidará cierto material de acuerdo con la importancia y el significado que el sujeto le dé a la situación”.

La dificultad de encontrar un término único que defina la motivación tiene mucho que ver con la gran cantidad de teorías que se han formulado sobre la misma.

 

Tipos de motivación

La mayoría de autores suelen distinguir entre dos tipos principales de motivación, la intrínseca y la extrínseca.

La conducta intrínsecamente motivada es aquella que no tiene otro objetivo excepto el propio placer o interés personal en realizarla. La motivación intrínseca, por tanto, encuentra su fundamento en una serie de necesidades psicológicas definidas que incluye, entre otras, la causación personal, la efectividad y la curiosidad.

Este tipo de motivación surge espontáneamente por tendencias internas y necesidades psicológicas, sin que haya recompensas extrínsecas.

La motivación extrínseca, por su parte, está relacionada con la perspectiva conductista. Esta corriente no niega que existan causas internas asimismo influyentes, pero otorga un papel preponderante a aquellas causas de la conducta que provienen del exterior y que no se encuentran dentro de la persona. De este modo, serían fuentes de motivación extrínseca el dinero o las amenazas de castigo, entre otras.

Los conocidos condicionamientos clásico y operante serían los puntos de partida para estudiar más en profundidad la motivación extrínseca.

Por el contrario, el estudio de la motivación intrínseca representa una línea de investigación contraria al enfoque conductista, y sus partidarios defienden que los seres humanos están por naturaleza “intrínsecamente motivados”. Para explicar por qué las personas realizan ciertas conductas cuando las recompensas y castigos extrínsecos son mínimos, los teóricos de la motivación intrínseca hablan de la importancia de necesidades psicológicas tales como la competencia y la curiosidad.

 

La motivación en el deporte

En el deporte, el entrenador es el principal motivador y, por tanto, su personalidad, su convicción, sus fines y sus técnicas de motivación son fundamentales parar el desarrollo de las actitudes y el éxito de los jugadores.

El entrenador puede estar sacrificando otros elementos del juego también importantes para reforzar su área (por ejemplo, un entrenador muy ordenado tendrá equipos ordenados, uno amante de la defensa tendrá equipos de grandes defensores...)

La forma más efectiva de motivación es el compromiso sincero y entusiasta con sus jugadores para la consecución de una meta común.

Se debe tener en cuenta que la variedad motiva a los jugadores, por lo cual el entrenador debe utilizar técnicas motivacionales muy variadas.

Asimismo, es importante recordar que existe cierta seguridad cuando los jugadores saben lo que va a suceder, por lo cual el entrenador debe evitar usar siempre la misma clase de seguridad para mantener a los jugadores constantemente motivados.

La motivación en el deporte debe estar presente en toda la temporada e incluso en la pretemporada, con el fin de asegurar el correcto manejo de la personalidad de los individuos y las situaciones importantes que afectarán posteriormente a todo el equipo.

Un trabajo correcto de la motivación contribuye a dar valor al propio esfuerzo, la perseverancia y el desarrollo de las propias habilidades como los elementos que pueden facilitar una satisfacción personal. La suerte deja de ser considerada como un factor influyente y lo más importante pasa a ser el propio esfuerzo. Al abandonar el concepto de la victoria como única meta en el deporte, se posibilita la derrota sin consecuencias traumáticas, factor importante ya que, al fin y al cabo, la persona tiene que enfrentarse muchas veces a lo largo de su vida con eventos no exitosos.

 Las múltiples investigaciones sobre la motivación en el deporte han contribuido a que esta lista de conclusiones sea muy amplia y que puedan señalarse otras varias sobre las que, sin embargo, hay opiniones contradictorias. En este sentido, por ejemplo, puede citarse la afirmación de que los deportistas con niveles de motivación de logro elevados prefieren situaciones de riesgo de dificultad moderada, mientras que los que presentan un bajo nivel tienden a elegir tareas muy fáciles o muy difíciles.

Las investigaciones para determinar el nivel motivacional óptimo han sido asimismo abundantes, discutiéndose si existe un cierto punto de motivación más allá del cual el rendimiento decrece o si, por el contrario, el incremento motivacional siempre produce beneficios en la ejecución.

Obviando las diferencias entre todas estas investigaciones y entre los diversos autores, lo que parece claro es que la motivación es un punto clave no sólo en el alto rendimiento deportivo sino también en la práctica de cualquier tipo de actividad física.

Antonio Monroy Antón
Gema Sáez Rodríguez
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