Uno de los escritores brasileños y críticos más icónicos de la historia del fútbol es Lima Barreto. Aunque su obra también se centro en estudiar la realidad política de su país, también tuvo un enfoque persistente en comprender la dimensión de un deporte bastante arraigado en la cultura latinoamericana.

Su crítica le permitió contextualizar más profundamente la relación histórica y social de este deporte, explorándolo desde diversos puntos de vista para así tener una visión global del fútbol. Todo esto, hizo que Lima Barreto se convirtiera en uno de los iconos más representativos del siglo XX.

Para los años entre 1920 y 1922, se publicaron varios artículos suyos, como lo son Bendito fútbol, Educación física o Memorias de guerra. En estas obras denuncia claramente todo el resentimiento que existe sobre los dirigentes del fútbol al intentar marginar a los jugadores de raza negra. Y este es uno de los ejes fundamentales de su obra, teniendo como referencia todo el peso que se les daba en Argentina a los jugadores blancos.

Este enfoque también le permite a él denunciar que en el Gobierno del Fútbol, se le han colocado tarifas a los equipos y clubs del país, dándoles mayor prioridad a los jugadores que no son de raza negra. Es decir que existían en el momento subvenciones a favor de una especie de fútbol de elite.

Por lo que esta actitud de los dirigentes del fútbol también se veía reflejada en un periodismo donde poco énfasis se les daba a los escritores y críticos de la época. Lima de Barreto se convirtió así en una pieza clave para ir en contra de un periodismo disfrazado de “prejuicios eugenésicos”, donde los hombres de letras de la época ofrecían un tono de segregación en su manera de percibir el fútbol.

De ese modo, este escritor empezó a escarbar a fondo frente a cómo las familias aristocráticas y la alta sociedad estaban comandando el desarrollo de un fútbol que se lideraba a partir de influencias. El gobierno nacional, por tanto, estaba haciendo de este deporte una maquinaría en la que solo los jugadores de elite tenían derecho a jugar, dejando de lado propiamente al brasileño criollo.

De hecho, en buena parte sus contenidos, habla de cómo esta instancia de la sociedad brasileña, no solamente se ve reflejada en el deporte, sino que también deja en abandona a las clases sociales de baja categoría, exponiéndolas a lo que representa la enfermedad de la malaria, lo que a su vez acabaría con la gente de color y sus propósitos de hacer parte de la historia del fútbol en Brasil.

La obra de Lima Barreto adquiere mayor consistencia dentro del contexto del país cuando, él se permitió usar un tipo de lenguaje coloquial dentro de cada una de sus críticas. De esta manera sus textos se convirtieron en una voz donde el pueblo brasileño encontró a un autentico representante de los dilemas morales de la época y la manera cómo la segregación se está viendo fuertemente en el desempeño del fútbol nacional.

Su obra paso a ser un manifiesto militante donde fue incisivo contra la clase alta y las autoridades gubernamentales del país.