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Educación Física

12.01.2013
España
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El esquema corporal como capacidad perceptivo-motriz en la Educación Física escolar

El esquema corporal es una capacidad perceptivo-motriz y comprende el control corporal, la actitud, la relajación, la respiración y la lateralidad
Componentes del Esquema Corporal

 

1.     Concepto de esquema corporal

Le Boulch (1987) lo define como “el conocimiento que tenemos de nuestro cuerpo en estático o en movimiento, en relación con sus diferentes partes y el espacio que le rodea”. Una mala o deficiente estructuración del esquema corporal puede manifestarse en tres planos (Castañer y Camerino, 1996):

  • Perceptivo: dificultad en la percepción del mundo que le rodea
  • Motor: defectuosa coordinación y torpeza.
  • Social: dificultad en relaciones con el medio (fracaso escolar y familiar).

 

2.     Componentes del esquema corporal

Respecto a los diferentes componentes del esquema corporal la mayoría de los autores coinciden en concretar los siguientes (Castañer y Camerino, 1996): Conocimiento y control corporal; Actitud, relajación, respiración y lateralidad.

 

No obstante y teniendo en cuenta el significado amplio otorgado a la noción de esquema corporal (Castejón y cols. 1997) diferencian, además de los anteriores, los siguientes componentes: Desarrollo sensorial, coordinación, equilibrio, habilidades básicas, percepción y estructuración temporal. Todos estos componentes serán analizados a continuación.

 

A.     Conocimiento del propio cuerpo. Según Picq y Vayer (1973) la educación del conocimiento y control del propio cuerpo de realiza en torno a dos niveles:

  1. Conciencia y conocimiento corporal: El niño aprende a conocer las diferentes partes del cuerpo, a diferenciarlas y a sentir su papel. Torre (1990) propone que el educador propondrá actividades para que el alumno empiece a tomar conciencia de determinadas partes del cuerpo. Comenzar con actividades de concienciación segmentaria, y posteriormente introducir actividades de concienciación global (todo el cuerpo). A partir de los seis años, podemos empezar a introducir actividades donde el alumno deba distinguir entre aquellas que están situadas a la derecha y a la izquierda.
  2. Control corporal: este segundo nivel le va a permitir al niño llegar a la independización de sus movimientos y a la disponibilidad de su cuerpo con respecto a la acción. Torre (1990) propone que debemos utilizar actividades que nos permitan descubrir la amplia gama de posibilidades de movimientos (flexión, extensión, rotación), las diferentes posiciones que se pueden adoptar (de pie, cuclillas, sentado…) y la diferenciación de los segmentos corporales simétricos con respecto al plano sagital.

 

B.     Actitud. Por el término actitud tónica o tono se entiende “la tensión ligera a la que se haya sometido todo músculo en estado de reposo (tono de reposo o sostén) y que acompaña también a cualquier actitud postural (tono de actitud) y cinética (tono de acción o movimiento). Esta tensión puede ir desde una contracción exagerada (paratonía o catatonía), hasta una descontracción (hipotonía), siendo variable en cada músculo.

 

Entre los trabajos prácticos para la educación de la actitud podríamos plantear los siguientes (Ardila, 2004): andar y a la señal adoptar diferentes posiciones, encogerse y estirarse, tumbarse y colocar la columna en diferentes posiciones…

 

C.     Relajación. Procede del latín “relaxatio” y significa acción y efecto de aflojar, soltar…con el objeto de buscar el estado de reposo muscular y mental (Perelló, 2002).

 

Algunos de los beneficios de la relajación son (Le Boulch, 1987):

  • Conduce a un estado de sedación muscular y mental.
  • Produce modificaciones mesurables en las funciones vegetativas y así vemos que la temperatura corporal baja, los ritmos cardiacos y respiratorios se enlentecen.
  • Es un modo para conseguir una buena educación de la actitud, facilita la percepción, el dominio del cuerpo y el control respiratorio.

 

Algunas de las técnicas que podemos emplear en clase son (De Prado y Charaf, 2000): Entrenamiento autógeno de Schultz (1980), Relajación progresiva de Jacobson, técnicas orientales como el Yoga o Tai-Chi…

 

D.     Respiración. Castejón y cols. (1997) la definen como “una función mecánica y automática cuya misión es la de asimilar el oxígeno del aire para la nutrición de nuestros tejidos y desprender el anhídrido carbónico, producto de la eliminación de los mismos”.

 

La respiración es un contenido al que se olvida con bastante frecuencia, sin embargo, su trabajo nos puede beneficiar en (Serra, 1997; Prado y Charaf, 2000):

  • Modificar su frecuencia
  • Modificar su ritmo. Podemos hacer inspiraciones cortas y espiraciones largas y viceversa, así como incrementar o disminuir los tiempos de apnea o disnea.
  • La voluntad puede suspender la función respiratoria durante unos segundos.
  • Mejorar estados de ansiedad, cansancio, incapacidad para una buena concentración.

 

Ardila (2004) nos propone los siguientes ejercicios prácticos para la educación respiratoria: tumbado, observar como sube un papel en el suelo soplando, notar como el aire sale de la nariz y la boca, concienciación de los movimientos del tórax y diferentes tipos de respiración.

 

E.     Lateralidad: capacidad perceptivo-motriz intermedia.

 

3.     Evolución del esquema corporal

Tras revisar las aportaciones de Piaget (1975) y Ajuriaguerra (1991) resumimos que la evolución del esquema corporal se estructura en los siguientes periodos:

  • Periodo sensoriomotor (0-2 años): a esta etapa se le conoce como etapa figurativa o “nivel del cuerpo vivenciado”: El niño pasa de los primeros reflejos a la marcha y a las primeras coordinaciones, para conseguir al final de la misma una imagen difusa de su propio cuerpo. Aparece también el lenguaje.
  • Periodo preoperatorio (2-8 años): conocida como etapa representativa o “nivel de discriminación perceptiva”: el niño utiliza su cuerpo de un modo cada vez más preciso, perfecciona su motricidad global, percepción corporal y espacial, se da la afirmación definitiva de la lateralidad y empieza a reconocer su derecha y su izquierda.
  • Periodo de operaciones concretas (8-12 años): conocida como etapa operativa o “nivel de la representación mental del propio cuerpo”: Independencia segmentaria, posibilidades de relajación a nivel global y segmentario, representación mental del propio cuerpo, mayor inteligencia.

 

Además deberemos tener en cuenta que la estructuración del esquema corporal sigue las siguientes leyes (Ruiz Pérez y cols, 2001; Oña y cols, 1999):

  • Ley céfalo-caudal: desde la cabeza hasta las extremidades.
  • Ley próximo-distal: desde el centro hacia la periferia.
Pablo Pozo Rosado
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